Una mujer intenta subir la escalera social mediante la venganza y la ambición para capturar el corazón de un hombre.
Goo Hae-Ra (Lee Min-Jung) se encuentra en un estado de desesperanza cuando el negocio de zapatería de su padre se desmorona y ella debe cuidar a su hermana, que luego de un intento de suicidio quedó en estado vegetativo. Perseguida por los tiburones prestamistas y utilizada como una herramienta por ser simplemente una mujer, acepta la oferta de su vida cuando Jin Tae-Oh (Lee Ki-Woo) le pide que robe el corazón de un hombre por cualquier medio posible. Poco sabe ella que existe un amor genuino entre ella y Tae In-Joon (Joo Sang-Wook), el hombre al que se acerca con motivos ocultos para poder sobrevivir y completar su parte del trato.
Definitivamente ver cómo se desarrollaría el drama hizo cambiar la primera impresión desde el primer episodio ya que esta serie de melodrama aparentemente atípica, como muchas otras series coreanas, siempre está cambiando y reformando opiniones en la línea de comparación con los primeros episodios. Y vale la pena haber dado oportunidad a este drama, ya que hay aspectos del programa que han gustado y en menor medida, cosas que deberían cambiar.
En lo que respecta a los personajes, Hae-Ra es un poco de una anti-heroína que es un cambio agradable por una vez, pero tampoco es sorprendente teniendo en cuenta el género.
Los melodramas tienden a tener protagonistas femeninos con un alto grado de emoción y confusión personal y Hae-Ra definitivamente no encaja en esa categoría. In Joon, por otro lado, solo tiene relaciones tensas con su novia y su familia, ya que la única persona que alguna vez significó algo para él fue su madre fallecida.
Lo que parece más convincente acerca de los dos es lo similares que son los personajes, independientemente de sus estados y esferas sociales, y sus similitudes crean esta corriente subterránea que enciende su romance. Así que el drama va más allá de una mujer que intenta romper los status, ellos son una pareja que remodela su entorno y lo reconstruye a su propio diseño.
La química es indiscutiblemente lo mejor de este espectáculo. Lee Min-Jung y Joo Sang-Wook eran una pareja increíble en la pantalla de "Cunning Single Lady" y su sinergia es igual de sorprendente en "Fates and Furies"; definitivamente es el factor más cautivador de este espectáculo. Lo que es interesante es cómo pueden mantener esta química fenomenal a pesar del género completamente diferente en esta ocasión, pero sigue ahí, a través de sus ojos y miradas sutiles (pero no tan sutiles).
La segunda protagonista femenina ha logrado un personaje tan horrible y odioso, haciendo sufrir a Hae-Ra en cualquier momento en que las dos tienen peleas físicas, que realmente hace desear que la hagan sufrir de la peor forma, ¿Tendremos un cambio de corazón si Cha Soo-Hyun (So Yi-Hyun) tiene un cambio positivo de carácter o una redención? Está claro cuándo un espectáculo intenta aumentar la tensión, pero este drama tiene la manera más dramática, con Cha Soo-Hyun actuando como un ser humano vil, para transmitir esta sensación de deplorablidad representando a las mujeres de élite.
Se aprecian los mensajes sociales y la historia de amor, pero las payasadas de chaebol, así como en los matrimonios políticos y las transacciones comerciales de conglomerados a través de todos los aspectos de la vida es un poco agotador. También hay bastantes casos de violencia doméstica y abuso que aún no se han abordado en profundidad, y sería mejor que los escritores lo hicieran antes de que la audiencia se sensibilice y lo noten como un intento de normalizar esos actos, haciéndolos pasar por simples partes del carácter de la suegra malvada.
Si bien podría ser un simple y común melodrama más a los que ya estamos acostumbrados, la química de esta pareja que ya nos había conquistado anteriormente, vuelve extraordinaria esta serie, deseando ver el próximo capítulo a medida que avanza.
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